Whitepaper / Ciudad inteligente
4
Las ciudades en todo el mundo están creciendo a un ritmo
acelerado. Así mismo también lo hacen las tecnologías que
usan las agencias de seguridad pública para proteger a las
personas y velar por que las zonas urbanas funcionen sin
problemas. Un reporte realizado por Statistica sugiere que
se espera que los ingresos crezcan un 13,3% entre 2023 y
2028, lo que se traducirá en un volumen de mercado de
USD$165.800 millones en 2028.
Incluso con todas estas inversiones tecnológicas,
algunos funcionarios y agencias municipales aún tienen
dificultades para que las iniciativas de seguridad pública y
de ciudades inteligentes avancen. Sus desafíos a menudo
derivan de algunas tendencias comunes: sobrecarga de
datos, exigencias de transparencia y silos departamentales.
A medida que se agregan más dispositivos a una red, más
agencias de seguridad pública se ven inundadas de datos.
Tratar de dar sentido a la información no solo ralentiza
la respuesta a emergencias, sino que también limita la
capacidad de una ciudad para detectar problemas o
patrones y realizar cambios que puedan tener un impacto
positivo en sus comunidades.
El recelo público sobre cómo y cuándo se utilizan los
datos personales también crea puntos de discordia
para las partes interesadas de la ciudad. Ahora más que
nunca, se les pide a los principales responsables que no
solo prioricen la privacidad y la ciberseguridad en todos
los niveles de su marco de ciudad inteligente, sino que
Resumen ejecutivo